En los nuevos billetes de 100 de la moneda peruana figura un rostro que es muy conocido para los peruanos, se trata de Pedro Paulet, un peruano ilustre que se dedicó a la ingeniería y arquitectura, llegando a ser diplomático peruano y dedicándose además a la escritura.
Sin dudas Pedro Paulet fue un personaje muy interesante y en este articulo te contaremos un poco más sobre su historia.
Pedro nació en la ciudad de Arequipa, una hermosa localidad al sur del Perú, fue en este lugar donde pasaría las noches mirando al cielo estrellado y preguntándose sobre que había más allá en el cielo, despertando su corazón de explorador, una pasión que le brindaría grandes aportes no solo a los peruanos sino a la humanidad entera.
Y es que a diferencia de lo que mucho peruanos creen, sobre que sus compatriotas rara vez aportan algo bueno al desarrollo de la humanidad, Pedro fue uno de los que planteo la idea que más adelante serviría para impulsar la carrera espacial de las grandes potencias y que llevarían al hombre hasta la luna, aunque por cosas del destino fueron los nazis los que se interesaron mucho en que Pedro Paulet les enseñara más sobre sus ideas y descubrimientos para aprovecharlos a favor de su tiranía, pero el valeroso peruano les dijo que no los ayudaría, negándose rotundamente a compartir su información.
Mas adelante sus estudios y descubrimientos, así como las fórmulas que planteo y los experimentos que llevo a cabo sirvieron de referencia para los diseñadores de la NASA, la agencia espacial estadounidense y gracias a estos aportes seria que estas personas lo nombrarían como un padre para la astronáutica y un pionero en lo que sería el inicio de la era espacial.
Los inicios de Pedro Paulet en la astronaútica
Según cuenta la historia, Paulet se inspiraría en un libro que leyó del famoso escritor Julio Verne, el cual era “De la tierra a la Luna” publicada en 1865, fue aquí donde su imaginación volaría, llevando a Pedro Paulet a confiar en que ese viaje del que había leído podía hacerse realidad, enfocándose desde ese momento a hacer todo lo posible para que así fuera.
Seria Hipo Duhamel, un sacerdote de origen francés que en su labor en tierras peruanas lo llevaría a traer consigo una caja de libros para su entretenimiento o para prestar a los más pequeños, entre estos libros se encontraría la novela de Julio Verne que llegaría a manos de Paulet.
Duhamel fue maestro de este y seria quien le entregaría el cambio de su vida en las manos, esto llevo a Paulet a fabricar cohetes desde que estaba en el colegio, inspirando además por su amor y pasión que sentía por los fuegos artificiales.
Sin embargo, Paulet era una persona humilde, lo que lo impediría pagarse unos estudios universitarios, pero el destino pondría en su camino al rector de la universidad de San Agustín que lo invito a rendir un examen frente a la calificación de varios catedráticos, quienes al finalizar este le dijeron que el muchacho era un genio sin duda alguna, fue así que se ganaría una beca para estudiar Ingeniería y Arquitectura en la Universidad La Sorbona.
Mas adelante en su estadía en Paris casi a finales del siglo XIX, Pedro Paulet se encargaría de refinar uno de sus más grandes trabajos, el motor cohete que era alimentado por combustible líquido. Una revolución para ese entonces puesto que la industria estaba concentrada en la pólvora y los cohetes eran impulsados por esta. Nadie se daba cuenta que ese hombre que había diseñado un cohete que funcionaba con combustible líquido estaba dando el primer paso para poner al hombre en la luna unos 70 años más tarde, justo ahí en una simple aula de la Sorbona en Paris.
Mas adelante se encargaría de buscar financiamiento para la construcción de su motor cohete mientras se encargaría de cargos otorgados por el gobierno peruano como diplomático, en esta época sostendría fuertes discusiones con muchas científicos europeos de la época, tema que lo haría más conocido por sus capacidades e investigaciones, esto atraería la atención de científicos alemanas que intentarían copiar su trabajo para usarlo al servicio de Adolf Hitler, incluso intentaron persuadirlo para que les diera la formula pero el nunca accedió, sabia los fines para lo cual querían la información.

Los nazis finalmente lograrían replicar su trabajo y en el año de 1944 se daría a conocer este avance tecnológico de la manera más triste puesto que las ciudades de Londres y Amberes cayeron ante la lluvia de misiles impulsados por combustible líquido y disparados por las tropas nazis, misiles A2 de gran destrucción. Un año luego de este suceso Pedro Paulet fallecería en Argentina, tenía 71 años de edad.
Muchos dicen que la fama de Pedro Paulet se vio afectada por sus orígenes peruanos, si hubiese sido de Europa o Norteamérica tal vez habría tenido mayor ruido en las más famosas revistas de investigación, incluso en su país natal Perú se le confunde mucho con los temas militares puesto que una famosa academia militar lleva su nombre, sin embargo, estamos hablando del inventor del primer cohete de combustible líquido, estamos hablando del hombre que empezó el viaje de la tierra a la luna.
Von Braun, científico alemán que logró copiar el modelo de motor a propulsión con combustible líquido de Paulet y que llegaría a trabajar en la NASA para poner al hombre en luna, hazaña que le atribuiría el crédito, dijo en su libro: “Paulet debe ser considerado como el pionero”. Seria Von Braun quien sabia y aceptaría que en realidad todo esto sucedió gracias a Pedro Paulet, ambos de pequeños leyeron y soñaron con el libro de Julio Verne.
Comentarios recientes